Paisajes fractales

Wednesday, December 20, 2006

Por los aires

Siempre he encontrado los aeropuertos fascinantes.....trasiego de todo tipo de gentes en toda clase de situaciones.
Miles de mundos colisionando entre sí, interactuando entre sí, aunque sea de forma imperceptible....como una inmensa maraña de hilos cuyo delicado entramado desconozco, pero que se me confirma constantemente.
De ida, pocos mexicanos, en su mayoría italianos y franceses.......mirando a uno de ellos intentar acomodar su bolsa de mano, se me ocurrió pensar que los más seguro es que no nos sientan aleatoriamente....que seguro me tocaba junto a ese chico que se esmeraba por hacer que su bolsa pareciera una bolsa y que no se notara demasiado que estaba a punto de hacerla reventar de cosas.
Efectivamente, al acercarme a mi lugar ahí estaba él.......y la verdad es que hacía años que no tenía un viaje tan divertido y ameno. Eran un chico y una chica que venían de un congreso en la India de teñidores de pigmentos naturales. Él hace rebozos de seda y ella de algodón...por supuesto, tejidos en telar de cintura y teñidos con tales pigmentos.
El trayecto se hizo corto gracias a varios ataques de risa que la chica provocaba y en total...hicieron una delicia de un viaje largo y tedioso.
Es curioso lo pequeño que es el mundo.......dias después supe que la responsable de que ellos participaran en ese congreso era la hija de una amiga.
He conocido gente de lo más interesante en estos largos vuelos a México y de regreso...a menudo recuerdo aquella mujer que tenia panico a volar, muy parecida a Paquita la del Barrio y que pilló una borrachera impresionante (simpatiquisima, me regaló unos pendientes por soportar los apretujones de mano cada que vez que el avión se movia), o a aquel historiador mexicano que resultó saber todos los recovecos de mi familia en Morelia...aquél miembro de la Junta de Castilla y León que me escribió varios poemas....el conocido escritor que me sedujo hablando del tiempo y del espacio... aquella pareja de señores que iban a buscar a su hijo que habia muerto buceando en los cenotes de Yucatán...la azafata que tan amablemente me cuidó de regreso de este viaje cuando se dió cuenta de que yo venia con una infección intestinal...

En fin, tantas y tantas historias de gentes de las que normalmente después no vuelves a saber en la vida pero que influyen en esos pequeños munditos que es cada vuelo y cada aeropuerto....
Desde aquí un homenaje a todos esos seres anónimos, por hacer de esos momentos especiales algo digno de recordar.

* También quiero mencionar los increíbles paisajes que he podido contemplar.......una tormenta eléctrica viendo maravillada los relámpagos salir desde su origen...la mitad oscura y la clara de la tierra....la belleza de las grandes ciudades por la noche con todas sus lucecitas de forma ordenada....casi como luciérnagas iluminando la noche.

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