Recuento de pérdidas....

Me encantaría tener más tiempo para escribir y organizar esto como a mí me gustaría, desgraciadamente, entre visitas y viajes, entre programas y máquinas, no ha habido el espacio para hacerlo.

Me voy otra vez más a México, con una tristeza que nunca pensé que albergaría, una fatiga que hostiga, ausencia y presencia de ser y no ser.
No voy a hacer aquí un recuento de mis pérdidas, duelen demasiado....tanto las físicas como las nostálgicas.... aunque el encuentro al azar con viejos conocidos, algunos amigos, en ciertos lugares de la ciudad, siempre me reconcilian con la vida.

Y el jardín.... el jardín de la casa que siempre tan buenos recuerdos me trae.
Los aguacates que sembré de niña y que se niegan a morir aunque los talen, las piedras donde dejé mis rodillas, las plantas (que probé todas, por cierto) que recubren esas piedras, las bugambilias y los rosales diminutos, el pirul donde me trapaba a leer de niña (que ahora tiene orquídeas en ese sitio), el palobobo de tronco leñoso que dá flores amarillas.....

Por supuesto tiene un lugar privilegiado la comida.....las quesadillas del bazaar del Sábado, los tacos al pastor y las tortas de la taquería que está bajando la iglesia, el pan dulce, los tacos de canasta que hay que andar persiguiendo, las gorditas de cuernavaca, el pozole y las carnitas de taxco...ay! el estómago tiene sus propias memorias....
El viaje en sí tiene lo suyo, aunque cada vez nos empacan más como vacas que van al matadero...
Con estos pensamientos me despido hasta dentro de un par de semanas.